No necesito esto, no quiero vivir agonizando, hay un lado de
mí que grita por liberarse y el otro que aterrado se esconde en el fondo de lo
oscuro, cómodo y absurdo.
Basta de absurdeces, mis pies han tocado suelo y se
han enterrado, pero mis alas no han dejado de crecer y aletean con fuerza. Sobre
tierra y mar me agitaré si así puedo quebrar esas cadenas que todavía
aprisionan mi corazón. Estoy cansada y ya no quiero temer al miedo, ni siquiera
al mundo ni a mí misma.
Los ideales por
los que viví no morirán, duermen en mi alma, y es este momento en el que veo
como me sacude aquello que llaman ‘vida’ que me desespero más para dejar atrás
todo lo que supuse y empezar de nuevo como si nada existiera. Todo lo que
quiero es correr y sentir las llamas de la felicidad crecer en mí día a día y
tomar tus manos dulces y no soltarlas nunca nunca más.
04.02.2017
Comentarios
Publicar un comentario